PERSEO
Y LA CABEZA DE MEDUSA
Zeus se volvió a
enamorar de una muchacha llamada Dánae, hija de Acrisio.
A Acrisio le
profetizaron que cuando tuviera un nieto moriría, por eso encerró a su hija
Dánae en una torre. Un día Zeus se convirtió en lluvia de oro y empezó a caer
por el pecho y el vientre de Dánae mientras estaba en su lecho. A los nueve
meses dio luz a un niño que llamó Perseo. Acrisio no se explicaba lo ocurrido
y, asustado por lo que le profetizaron, metió a su hija y a su nieto en un
cajón y lo echó al mar para que los dioses decidieran si debía sobrevivir o
perecer. Después de 40 días y 40 noches de vagar por el mar, llegaron hasta la
isla de Sérifos, donde los encontraron unos pescadores. El rey de Sérifos,
Polidectes, los acogió en su palacio. Cuando Perseo se hizo mayor, se convirtió
en un joven valiente que manejaba la espada perfectamente.
PERSEO CON SUS SANDALIAS VOLADORAS (Dibujo realizado por Cristina Sánchez Rincón) |
Polidectes tuvo miedo
de que un joven tan fuerte y apreciado por todos le quitase el trono, así que,
en vez de matarlo con sus propias manos, le mandó una misión muy peligrosa:
tenía que matar a Medusa. Perseo aceptó la misión y fue en busca de Medusa.
Hermes le facilitó unas sandalias voladoras, un zurrón y una hoz. Atenea le dio
un escudo y le dijo que no debía mirar a Medusa a la cara o se convertiría en
piedra.
Cuando Perseo llegó a
la cueva de Medusa, como no podía mirarla, se guiaba por el reflejo del escudo.
Agarró la hoz y le dio un golpe brutal en el cuello a Medusa. Fue tan fuerte
que la cabeza rodó por el suelo. Perseo guardó la cabeza en el zurrón que
Hermes le facilitó.
CABEZA DE MEDUSA (Dibujo realizado por Ana Illán Martín) |
El viaje de vuelta
fue muy duro porque la cabeza de Medusa pesaba mucho y el viento llevaba a
Perseo de un lado a otro. Una tarde se sentó sobre la roca de un acantilado a
descansar y vio a una joven encadenada a la pared del acantilado. Perseo le
preguntó por qué estaba encadenada. Le contestó que se llamaba Andrómeda, hija
del rey de aquellas tierras y que Poseidón había castigado a todo el reino
enviando un monstruo marino, que mató a cientos de personas y animales.
Poseidón dijo que el reino viviría en paz si el rey entregaba a Andrómeda al
monstruo, por eso ella estaba allí esperando la muerte. Perseo se ofreció a
matar al monstruo, y aunque no era el hombre más fuerte del mundo, sí era
astuto. Luchó con el monstruo en una batalla encarnizada. Cuando las fuerzas le
faltaban, una idea brotó de su mente. Perseo sacó la cabeza de Medusa ante el
monstruo y este se convirtió en una enorme montaña de coral. Perseo y Andrómeda
se casaron y tuvieron seis hijos. Volvió a Sérifos y le entregó el zurrón con
la cabeza de Medusa a Polidectes, éste no pudo resistir la tentación de mirarla
y se convirtió en piedra.
Cuando Perseo miraba
la belleza de su mujer, le daba miedo, pues se decía que tal vez la belleza
podría convertir a los hombres en piedra.
Escrito por: ALEJANDRO RUIZ YUBERO - 5º B
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