El rapto de Europa
En la cálida cuidad de Tiro, a orillas del Mediterráneo,
reinaba un hombre llamado Agenor. Tenía cinco hijos varones y una hija: la
hermosísima Europa. Tenía el rostro más delicado que pueda imaginarse, una
sonrisa luminosa y una mirada tan dulce y suave como el tacto del terciopelo.
Todo en ella era de una llamativa belleza. Su padre no le dejaba salir sola.
Solo podía salir vigilada de su padre o sus hermanos. Zeus quiso conquistarla
pero no pudo. Así que, un día que Europa estaba en la playa con sus amigas, vio un
toro y se acercó a él, le dio un abrazo con ternura y le puso en el cuello una
guirnalda de flores que acababa de tejer con sus propias manos. Pero no era un
toro, era el mismísimo Zeus. Pasado un instante, giró la cabeza para mirar
atrás y vio que el mar se alejaba, y preguntó “¿Qué será de mi?” angustiada. El toro se detuvo al llegar a Creta,
una isla de alta montañas y fértiles llanuras. Europa supo que el toro era Zeus
y tuvieron tres hijos y Zeus le regaló la isla. Zeus volvió al Olimpo y, como
recuerdo de su amor, puso en el cielo unas estrellas en forma de toro: la
constelación TAURO.
Escrito por: Anta Sangote 5ºB
Anta, resumes muy bien, trabajas genial.
ResponderEliminar¡Sigue así!
Ha quedado muy claro el resumen, y no es largo, eso esta bien.
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